El radicalismo está debatiendo qué hacer con la definición de su candidatura a presidente, atendiendo además, al marco de sus aliados en el Acuerdo Cívico y Social. Se habló de una interna en marzo, previa a la interna abierta obligatoria que definió la reforma electoral del año pasado, para poder instalar con más tiempo un candidato unificado de dicha coalición. Sin embargo, esa idea parece no prosperar en función de las distintos cálculos que hacen los dos candidatos: que si es interna cerrada gana Alfonsín, y que si es abierta gana Cobos. Veamos qué indicadores nos ofrece la opinión pública.
En una encuesta reciente de nuestra consultora en los principales partidos del Gran Buenos Aires, vemos que:
1) Cobos es unos puntos más conocido que Alfonsín: 93 vs 84 % respectivamente.
2) En términos de imagen positiva relativa a quienes conocen a cada uno, están iguales: 34 vs. 33 %.
3) En términos de imagen positiva neta ¢í€"el porcentaje de opiniones positivas divididas por las negativas- Alfonsín tiene un balance ligeramente a favor, mientras que Cobos tiene un balance apenas en contra.
4) En cuanto a intención de voto espontánea, ambos están muy bajos, pero en el mismo nivel.
5) Cuando se exponen todos los candidatos a presidente, tampoco hay diferencias: Cobos marca 4,8 y Alfonsín 3,8 %.
6) En escenarios de intención de voto acotados a 3 candidatos, Cobos supera por varios puntos a Alfonsín.
Qué es lo que hace la diferencia entre ambos?
1) Cobos tiene mejor imagen en las mujeres que en los hombres, mientras que el Alfonsín está en paridad.
2) Respecto a la edad, sí hay diferencias importantes. Mientras que Cobos se ubica mejor en los 30 a 44 años, Alfonsín es más conocido a medida que sube la edad, y también incrementa su popularidad en el mismo sentido: en los menores de 30 posee una imagen positiva del 24 %, y en los mayores de 60 del 33 %. Eso indica que el fenómeno se explica en función de la memoria registrada a partir del primer presidente de esta etapa democrática. El recuerdo del padre está generando un problema para el hijo en las generaciones más jóvenes.
3) Alfonsín supera en imagen positiva a Cobos dentro de los que se identifican como radicales (71 vs 58 %). Este dato refuerza la hipótesis que en una interna cerrada, las posibilidades del diputado nacional son superiores a las del vicepresidente. Por el contrario, éste ºltimo lo supera entre los independientes.
4) Por nivel socioeconómico, también se producen diferencias importantes. Mientras que Alfonsín posee un perfil más volcado hacia el segmento medio y medio alto, Cobos registra un mejor apoyo del sector medio hacia abajo, superando en el estrato popular por 7 puntos.
5) Yendo a dos variables importantes para la comunicación política actual, mientras que Cobos no registra sustanciales diferencias de popularidad entre quienes tienen o no teléfono fijo, o son o no usuarios de internet, en el perfil de Alfonsín sí inciden más ambos atributos. En posesión de teléfono fijo, su imagen positiva es de 30 % entre quienes sí tienen, y 20 % entre lo que no. En cuanto a uso de internet, la diferencia es menor: 30 vs. 25. Estos datos, por un lado, refuerzan la conclusión sobre el perfil socioeconómico más alto del hijo del ex presidente. Por el otro, indican que internet, al universalizarse, es hoy un criterio menos ºtil para discriminar el nivel social de los encuestados, frente al teléfono fijo.
En conclusión:
Cobos en más conocido, aunque no tiene tan buena imagen, pero es llega más afuera del radicalismo, a los más jóvenes y posee un posicionamiento más popular.
Alfonsín es menos conocido que Cobos, aunque tiene levemente mejor imagen, pero está más encerrado en el electorado radical fiel, los más grandes y posee un posicionamiento más elitista, si se puede llamar así.
Frente a este cuadro, está claro que a Cobos le sirve más la interna abierta obligatoria que a Alfonsín. Sin embargo, las encuestas no son las elecciones. Es difícil predecir quiénes van a ir a votar a esa interna el 14 de agosto de 2011. Si finalmente los independientes se movilizan menos, la elección interna se parecerá más a una contienda cerrada, con lo que significa el peso del aparato radical a nivel nacional, que está mucho más volcado por el paladar negro de Alfonsín, y desconfía del advenedizo Cobos.
Gran interrogante radical: ¿qué conviene? ¿ser fiel a la historia, o la necesidad electoral?